Sur le fil...

Safara n°22 est désormais disponible...

Note utilisateur: 0 / 5

Etoiles inactivesEtoiles inactivesEtoiles inactivesEtoiles inactivesEtoiles inactives
 

Télécharger l’article en version PDF

Resumen         

           La presente reflexión gira en torno a la traducción de la función gramatical de tipo singular o plural hacia la lengua española. Hemos extraído de «La Vocation de Dignité» (2008) cinco frases en francés que llevan cada una la marca del singular o plural, en situaciones comunicativas. Después del estudio traductológico de los elementos discursivos, hemos llevado a cabo la traducción de dichas frases y hemos alcanzado los resultados siguientes: Las cinco situaciones comunicativas han revelado que esta función gramatical no permitía siempre un equivalente perfecto, cuando se trataba de su traducción al español. Sorprendentemente, cualquier intento que buscara lo contrario nos conducía inexorablemente hacia una traducción literal y por tanto inapropiada. En cambio cuando un componente del texto analizado guardaba la misma función gramatical, su concepto cambiaba.

Palabras clave: estudio traductológico; elementos discursivos; número gramatical; traducción literal.

 

 

Abstract

          The present reflexion relates to the translation of the grammatical number into Spanish. We drew from “the Vocation of Dignity” (2008) five sentences carrying each one the mark of the singular or plural, in situations of communication. After a translation-study of the discursive elements, we made the translation of the aforesaid sentences and obtained the following result: the five situations of communication revealed that the grammatical number always did not admit a perfect equivalent, during its translation from French into Spanish. Curiously any attempt aiming at the opposite unrelentingly led us towards a literal translation and thus inadequate. On the other hand, when an element of the analyzed text preserved the same grammatical number, the nature of this one changed          

Keywords: translation study; discursive elements; grammatical number; literal translation.

 

 

Introducción

         

          La traducción es una actividad bastante compleja que tiene en cuenta varios parámetros, especialmente el contexto, el espacio y el momento, la situación comunicativa, la cultura de partida y de llegada, la «intentio auctoris», etc., pero también los idiomas implicados en el proceso de traducción.

           Para tener en cuenta las competencias lingüísticas que se basen en el número, dentro de la función gramatical[1], conviene antes de empezar  una traducción, realizar un estudio traductológico con el objeto de examinar todas las situaciones comunicativas posibles para el texto que está por traducir. Para ello, hemos escogido aquellas expresiones francesas cuyo «número gramatical»  aparece con la marca del singular o plural en situación comunicativa. Según la Teoría Interpretativa de la Traducción, la traducción en la lengua española de las mismas expresiones utiliza sorprendentemente la marca inversa:

En linguistique, cette “figure de rhétorique qui consiste à  prendre   le   plus   pour   le   moins,  la   matière   pour   l’objet, l’espèce   pour   le genre,   la   partie   pour   le   tout,  le   singulier   pour   le   pluriel   ou   inversement” (…) a été étudiée comme une des méthodes   d’expression du discours poétique et littéraire; mais elle est, selon les auteurs de la Théorie interprétative de la traduction, valable “pour le discours de manière générale (…)’’[2] (Lederer, 1984: 38)

 

 

Obviamente, esta operación puede parecer banal para los expertos; no obstante, es cierto que provoca generalmente en el traductor laicus una especie de derrotismo[3] en su exaltada búsqueda de equivalentes.       

          Nuestro corpus está constituido por cinco entradas en francés sacadas de La Vocation de Dignité (2008) de Jean Divassa Nyama, segundo elemento de su trilogía titulada "La calebasse", y que se distinguen apareciendo en cursiva, para llamar la atención del lector. Se trata, en este caso, de los elementos discursivos[4] que se detallan a continuación:

1. Il contemple les mouvements des vagues (Divassa Nyama, 2008: 18)

2. C’est leur première séparation (Divassa Nyama, 2008: 20)

3. Il s’est occupé seulement de son travail (Divassa Nyama, 2008: 29)

4. La nature fait des choses! (Divassa Nyama, 2008: 40)

5. J’ai constamment tendu les mains à des gens (Divassa Nyama, 2008: 51)

         

El objetivo que nos hemos marcado en el presente estudio consiste en demostrar que el número dentro de la función gramatical varía generalmente cuando se pasa del francés al español. Hemos optado por una metodología basada en el análisis contextual de cada una de estas expresiones. Podrá verse el camino que hemos seguido en la traducción y la selección definitiva que conduce al texto final.     

 

 

1. Elementos de análisis del número en la función gramatical para una traducción en español

          Si antes el paso hacia otra lengua de una palabra, una expresión o un texto podía hacerse en base a la mera búsqueda de equivalentes[5], resulta que hoy día la variabilidad que se observa en los niveles de comunicación obliga, cada vez más, a tener en cuenta los elementos discursivos. Entre ellos, destaca la existencia de la función gramatical y que no obedece a menudo al mismo número cuando pasamos de una lengua a otra. En efecto, salvo para los traductores expertos, la traducción del número gramatical constituye una operación bastante compleja y que debe tener en cuenta el ámbito de definición de cada entrada para un análisis de las diferentes acepciones.

          Por lo general, la marca del singular en la lengua de partida suele, evidentemente, traducirse con la misma marca en la lengua de llegada y viceversa. Sin embargo, resulta que en el presente estudio y para todas las entradas seleccionadas más arriba, esta regla no se aplica siempre. Por tanto, conviene centrarnos en la operación traductora[6] tal y como se concibe últimamente para entender mejor los por qués de una traducción realizada sobre el número. La idea de la existencia de un escenario que haría posible el acceso a un equivalente perfecto del número en la lengua meta, ya había sido rechazada (Serrus, 1935: 514). Para este autor, no existe un paralelismo lógico-gramatical. Más tarde se consolidaría  la idea de una percepción diferente del mundo ligada a la dimensión extralingüística (Mounin, 1994: 43).

          En consecuencia,  considerar tan sólo las categorías gramaticales en la transposición de un determinado texto no puede ser una operación satisfactoria. Por este motivo, la reflexión que llevamos a cabo aquí nos obliga a proceder, en un primer tiempo, al estudio traductológico de cada número gramatical antes de atribuirle un equivalente.  

 

 

1.1. Orientación de las olas como elemento decisivo     

         

          En la frase «Il contemple les mouvements des vagues» (Divassa Nyama, 2008: 18), el acento está puesto en la expresión  «mouvements→movimientos», que procede del latín movere y que significa mover, desplazar. Utilizada con la marca del plural, designa al conjunto de desplazamientos o acciones emprendidas por el agente responsable, es decir las olas. Por tanto, existe dos acciones simultáneas: el continuo desfile de las olas que vienen a romperse en la orilla (1) y la observación por un individuo de estos desplazamientos (2). De las dos acciones, sólo nos interesa la primera dado que plantea el problema de la marca del plural en la presentación que hace de la circulación repetida de las olas. Las acciones ejercidas por las olas son, asimismo, cuantificables y numerosas en la lengua de partida (francés).      

          En cambio, tenemos otro enfoque en lo que respecta a la lengua meta (español). Naturalmente, la ausencia de paralelismo lógico gramatical demuestra lo suficientemente que los movimientos de las olas no pueden ser considerados bajo la dimensión francesa. De hecho, esta aserción se confirma a través de un estudio en estos términos: «le choix de toute unité linguistique reflète un certain point de vue, une certaine façon de percevoir le monde»[7] (Montserrat Cunillera, 2010: 108). En este sentido, la percepción del mundo cobra otra connotación ligada, más bien, a la orientación que toman las olas. El locutor español sale de la idea de cuantificación de los desplazamientos que efectuarían las olas, para focalizarse en la acción o sencillamente en el movimiento de las olas. Por tanto, puede notarse que el acento está puesto en el factor direccional que seguiría el movimiento de las olas. La existencia de varios idiomas y, por consiguiente, de múltiples usos muestra suficientemente cuanto es difícil expresar las cosas de la misma manera. Así pues, las palabras y el léxico, de una manera general, permiten expresar varias perspectivas de una misma realidad (Montserrat Cunillera, 108). La mejor ilustración en relación a esta afirmación ha sido aportada por la Lingüística Comparada Tradicional. Esa tendencia que hacía hincapié en las categorías gramaticales tradicionales, con el objeto de justificar la traducción, se limitaba en establecer comparaciones entre diferentes lenguas (García Yebra, 1982). Pero, sólo se focalizaba en las unidades léxicas, sintácticas o morfológicas, consideradas de una forma aislada. No obstante, en el estado actual de las cosas, traducir el número dentro de la función gramatical, apoyándose en la unidad léxica tendría límites en el proceso traductor y, en consecuencia, el resultado sería erróneo. La salida a esta problemática consistiría en integrar otros elementos, particularmente, las lenguas según sus distintos usos. Siguiendo esta aserción, las lenguas se distancian unas de otras en función de sus materializaciones sobre el terreno. Esto plantea una nueva dificultad relacionada con el momento en que se lleva a cabo la acción, y que determina el contenido de la traducción del texto. En la misma línea, se sabe que traducir un mismo texto a espacios temporales diferentes no augura en absoluto la garantía de un resultado idéntico. Es precisamente en esta óptica que se subraya que:

Les éléments de réalité du langage dans une langue donnée ne reviennent jamais tout à fait sous la même forme dans une autre langue, et ne sont pas, non plus, une copie directe de la réalité. Ils sont, au contraire, la réalisation linguistique et conceptuelle d’une vue de la réalité qui procède d’une matrice structurelle unique mais définie, qui continuellement compare et oppose, relie et distingue les données de la réalité[8]. (Mounin, 1994: 44-45).

 

         

En suma, está demostrado que las traducciones realizadas a partir de un mismo texto, pero en distintas ocasiones producen, para el mismo traductor, resultados completamente diferentes. La traducción en español de la función gramatical tendrá la marca del singular puesto que se apoyará en la orientación o el camino seguido por las olas.

         

 

1.2. Una separación dolorosa e inédita

          En cuanto a la segunda entrada «C’est leur première séparation» (Divassa Nyama, 2008: 20), es menester resaltar que el texto aborda una etapa precisa de la vida del Hombre, la relativa a la separación de una familia por un motivo u otro. Se trata, concretamente, de la marcha de un  familiar del entorno en el que había vivido siempre, con el propósito de instalarse en otro lugar con su esposo. La situación es un tanto peculiar dado que se produce por primera vez en la historia de las personas implicadas en dicha separación. Lo cual provoca entre las interesadas,  de hecho con razón, un sentimiento de tristeza. En general, la consideración de una ida sin vuelta es, a menudo, la causa de semejantes sentimientos. De ahí esta clara alusión  a la «première foisprimera vez». Por otra parte, con la utilización de «leur → su» que indica el singular, aparece una vez más que el único componente en que se hace hincapié, a través de este enunciado, exige la marca del singular dentro de la función gramatical.       

          En cambio, considerando las cosas desde otro punto de vista, nos damos cuenta de que la situación comunicativa en español resalta otros aspectos:

(…), il est important de noter que quand on s’exprime dans une langue, l’essentiel est d’utiliser les ressources dont dispose la langue, et non de lui imposer des formes qui lui sont peu naturelles ou complètement inconnues»[9] (Dinh Hong, 2010: 141-171). 

 

 

Primero, sería absolutamente inapropiado poner el acento sobre los mismos componentes, es decir, «leur première fois», porque de lo contrario estaríamos ante una traducción literal (su primera separación). Luego, si observamos con detenimiento las dos principales unidades del enunciado analizado (première y séparation), podemos advertir que la idea de una primera vez podría, naturalmente, ser aceptada de nuevo, pero que no tendría todo el peso suficiente para condicionar la traducción en español. Sin embargo, la relativa a la separación se manifiesta de otra manera y plantea una doble acción. Por tanto, todas las personas implicadas en esta separación hacen también la acción.

          En el texto objeto de estudio, la acción de separarse se lleva a cabo de forma colectiva, pero también simultáneamente. Esta situación se traduce, obviamente, por varias separaciones encarnadas por cada miembro de la familia que vive este aislamiento. De hecho, en el texto de origen, se trata de la separación de una hija de su madre y de su hermana menor. Si la primera hija vive este aislamiento con muchas emociones, también es cierto que la madre y la hermana menor viven esta separación con la misma amargura. Podemos esquematizarlo de la manera siguiente: la primera separación consumible tiene que ver con la hermana mayor que está a punto de marcharse del pueblo. Se está alejando de su familia para ir a vivir su vida matrimonial en otra localidad del país. Cabe destacar que su vuelta no se va a producir tan pronto. La segunda separación que está también anunciada la viven la madre y la más joven de las dos hermanas. Y en relación a ellas, hay que decir que esta situación tampoco les hace gracia, dado que ese irse anunciado puede llegar a prolongarse en el tiempo. Además, ambas separaciones se viven de forma simultánea. En consecuencia, la traducción al español debe tener en cuenta los aspectos descritos más arriba. Por eso, la contabilidad de este acontecimiento exige el uso de la marca del plural, cuando pasamos a su traducción hacia la lengua meta.

         

 

1.3. Más allá de una simple actividad

          Es preciso decir que cada lengua utiliza marcadores específicos para expresar ideas concretas. Así pues, en la frase «Il s’est occupé seulement de son travail» (Divassa Nyama, 2008: 29), pueden destacarse dos elementos: la ocupación de un individuo (1) únicamente por su actividad profesional (2). El autor del texto fuente expresa la idea de ocupación con un pretérito perfecto[10], resaltando, de esta manera, el que el personaje que hacía la acción ya no está capacitada para volver a hacerla. En efecto, a través de este extracto de texto, el autor hace el retrato de la vida de uno de los protagonistas de su obra. Habiendo muerto éste, quiere mostrar a los lectores que el difunto no tenía más que una sola ocupación: su trabajo. Pero, llevando con más detenimiento la reflexión, uno se da cuenta de que el fallecido no hacía más que ocuparse de sus asuntos. Esta idea está consolidada por el adverbio «seulement» y que indica la única actividad que antes llevaba a cabo el difunto. Por eso «travail» lleva la marca del singular. Por otra parte, convendría subrayar que llevaría una vida ejemplar el interesado, lejos de vicios y cualquier tipo de desviaciones.         

          La percepción que tenemos de esta misma actitud, visto desde el punto de vista español es diferente. Primero, el tiempo empleado es distinto en este caso preciso porque sirve para relatar los acontecimientos que tenían lugar en la vida profesional del fallecido. Lo cual justificará la utilización del imperfecto en la lengua de llegada. Luego, la idea del trabajo está evocado bajo tareas cotidianas. En otras palabras, el trabajo del difunto variaba a diario, lo que explicaba, de hecho, su ocupación permanente. Y la consecuencia inmediata de lo que precede es que estaba tan ocupado con sus asuntos que no podía ocuparse también de cosas ajenas. Hay que puntualizar que, al contrario del francés y para este caso preciso, la lengua española insiste en la idea de cuantificación de las acciones identificadas. Una vez más, ambos idiomas presentan funcionamientos diferenciados e impuestos por cada situación comunicativa en su propio universo lingüístico (Lederer, 1984; Mounin, 1994). Por este motivo, la traducción en español tendrá la marca del plural y, sobre todo, pondrá en evidencia las múltiples tareas que ejecutaba  diariamente el fallecido.

         

 

1.4. Madre Naturaleza, un sinfín de enigmas

          «La nature fait des choses!» (Divassa Nyama, 2008: 40). Esta frase puede evocar, a primera vista y en una perspectiva puramente literal, una acción llevada a cabo por Madre Naturaleza. Sin embargo, igual que lo hemos hecho con otros elementos discursivos que hemos analizado y traducido más arriba, sería sencillamente erróneo suscribir a semejante traducción. De esta manera, el procedimiento utilizado en esta reflexión exige que se proceda a un análisis más profundo de las potenciales situaciones de comunicación que puedan ser aceptables, antes de proceder a la elección final. Para empezar, conviene recordar que este extracto de texto debe apoyarse en el conjunto del texto que constituye «La Vocation de Dignité». La idea que se desprende, a lo largo del diálogo entre Dignidad y su madre, hace mención de las realizaciones de las que es capaz Madre Naturaleza. Pues, estamos ante una madre que está aportando elementos de respuestas a su adolescente hija, sobre los misterios de la vida. Después de enumerar cuantas creaciones realizadas por Dios, Todopoderoso, la madre se sirve de una piedra que sostiene su hija en una mano, para ilustrar todo lo que acaba de enseñarle. El resumen de este aprendizaje puede compararse con las realizaciones que hace la naturaleza o en su lugar el Señor, a través de la frase «La nature fait des choses!». Pero, en realidad, ¿qué nos sugiere? Nos sugiere que Madre Naturaleza es capaz de realizar cosas increíbles, que ésta puede ser sorprendente o que llega a producir cosas sorprendentes y que, por consiguiente, salen del sentido común. Tal visión la coloca en el centro de la actividad humana y reconoce toda su grandeza. Por tanto, nada puede ser proyectado sin ella. Puede notarse, después de este primer análisis, que varias cosas pueden ser realizadas por Madre Naturaleza. En consecuencia, la lengua francesa utiliza la marca del plural para poner un acento especial en la pluralidad y la diversidad de las capacidades de las que dispone la naturaleza. Por otra parte, la utilización de un verbo transitivo «fait» conjugado a la tercera persona del singular demuestra suficientemente que la acción la hace la naturaleza.   

          Ahora observemos la situación desde el punto de vista español. ¿Cuáles serán los apoyos que nos permitirán traducir esta frase sin traicionar ni el sentido ni la intención expresados por el autor del texto fuente? Obviamente, si nos apoyamos en los mismos componentes que han servido para el primer análisis en francés (fait  y choses), el resultado de la traducción sería «la naturaleza hace cosas» y estaríamos ante una traducción literal y, por consiguiente, errónea. En cambio, si privilegiamos la visión que cabe, es decir, toda la sensibilidad española y la explotación del mensaje respetando su lengua y su cultura, los dos elementos analizados más arriba dejarán de prevalecer, en el marco de un nuevo análisis. Hemos dicho en nuestra crítica precedente que la naturaleza podía realizar determinadas cosas porque era capaz de ello. Además, esta capacidad para realizar todas estas proezas demostraba la grandeza y, por tanto, la enorme sabiduría que tiene, puesto que lo creó[11] todo. La palabra clave aquí es «sagesse» y como debe aplicarse a madre naturaleza, debe ser acompañado por un verbo transitivo. En español son muchos los verbos que cumplen este requisito: tener, poseer, presentar, disponer, ser, etc. Podemos utilizar los cuatro primeros verbos con «sabiduría» y los resultados serían los siguientes: tener sabiduría; poseer sabiduría; presentar sabiduría; disponer de sabiduría. Sin embargo, el último no cabría en absoluto. Por eso, habría que cambiarse el sustantivo «sabiduría» por una palabra de la misma familia. La lista incluye: sabiente; sabihondez; sabihondo; sabiondo; sabio. Únicamente el último adjetivo puede ser utilizado en una frase correcta sin traicionar el sentido y la intención expresados por el autor del texto de partida. No obstante, este componente será empleado con la marca del singular, al contrario de su equivalente «choses» en la frase inicial.

         

 

1.5. Por una política de la mano tendida       

          El último elemento de nuestro corpus está sacado de un pasaje en el texto que hace alusión a la buena voluntad de uno de los protagonistas de la obra.  En efecto, «J’ai constamment tendu les mains à des gens» (Divassa Nyama, 2008: 51) menciona la ayuda que a este último le hubiese gustado ofrecer, en repetidas ocasiones, a sus semejantes. Lo que pasa es que esta ayuda se la ofrecía a varias personas (des gens). La idea que sale de este primer análisis tiene en cuenta «les mains» (1) y «des gens» (2) como componentes. Ambos están utilizados en el texto de partida con la marca del plural. Pero, un examen exhaustivo de cada uno de ellos es necesario para arrojar luz sobre cada uso. Para empezar, el primer elemento (1) pone en relación las manos con la ayuda ofrecida. Naturalmente, se trata de un uso en sentido figurado de la palabra; la primera acepción relacionada con el gesto «tendre les mains» concierne la invitación estrechando la mano a alguien (serrer les mains). En cuanto a la  segunda, menciona la asistencia a alguien y utiliza la marca del plural. Sin embargo, la expresión que, a menudo, se usa en francés es «aider son prochain». Sólo es en esta óptica que la frase estudiada ha sido pronunciada. Luego, el segundo componente (2) relaciona a la gente con el prójimo. Cabe decirse, una vez más, que el francés mantiene el empleo del plural porque se suele proporcionar dicha ayuda a diferentes personas. Pero, a priori,  se ofrece esta ayuda a cualquier persona necesitada, es decir, al prójimo. Por otra parte, el número gramatical adopta la marca del plural en este componente porque la cantidad de personas que se hayan beneficiado de la ayuda en cuestión no está determinada.

          La apreciación que se hace desde el punto de vista español se apoya en los mismos elementos, especialmente, «les mains» (1) y «les gens» (2). En cambio, la utilización que se hace de ellos en el mundo hispánico, en general, y muy particularmente en la península ibérica, exige curiosamente un uso en singular. Primero, vamos a observar la estructura de la frase en francés, luego en español para entender cómo funciona cada lengua[12]:     

          «J’ai constamment tendu les mains (1) à des gens (2)». Si el primer elemento (1) lleva la marca del plural, naturalmente el segundo (2) también adopta la misma marca, para no caer en una incoherencia. Es evidente que no se puede ofrecer ambas manos a una sola persona, como forma de representación del socorro a alguien. El gesto simbólico es aquel que consiste en tender la mano a alguien con el objeto de ofrecerle nuestra ayuda. Pero, cuando estamos en presencia de varias personas, esta ayuda se cuantifica y exige, por tanto, cada vez más manos en forma de ayuda. En cambio, en la lengua meta, el segundo componente exige de manera automática un equivalente perfecto «la gente» (2). Lo cual quiere decir que el primer elemento adoptará también la forma del singular «la mano» (1). Por otra parte, el locutor español valora mucho la idea de la mano tendida a cada persona, lo cual justifica una individualización del socorro proporcionado al prójimo. Además, el uso del adverbio «constamment» justifica la diversificación que se hace con este gesto de generosidad hacia el otro. En otras palabras, si se les ofrece «siempre» ayuda a los necesitados, entonces, la mano que ofrece se queda tendida y a cada uno su turno. Desde este punto de vista, la marca del singular está plenamente justificada y la traducción deberá hacerse en base a los análisis realizados anteriormente.   

 

 

Conclusiones

         

          Se ha llevado a cabo un estudio traductológico del número dentro de la función gramatical, sobre la base de cinco frases sacadas de La Vocation de Dignité. No se ha dado con equivalentes perfectos en la traducción de los elementos discursivos escogidos hacia el español. Al contrario, su comportamiento en la frase traducida variaba con la naturaleza de los términos. Esta operación muestra con claridad cuanto es importante examinar todas las posibilidades en materia de búsqueda de equivalentes, antes de empezar una traducción. Pero, en relación al número  gramatical, hemos llegado a la conclusión según la cual éste cambia, a priori, cuando pasamos de una lengua a otra. Y cuando se mantiene la misma marca en la lengua meta (español), la naturaleza del término analizado cambia casi de forma sistemática, para no caer en errores de traducción.     

       

 

Cuadro recapitulativo de las traducciones

Texto fuente (francés) Elementos de análisis y número gramatical(n.gr.) Traducción al español Elementos de análisis y número gramatical(n.gr.)
Il contemple les mouvements(1) des vagues Observa el movimiento (1) de las olas
C’est leur (1) première (2) séparation (3) Es la(1)  primera vez que se distancian(3)
Il s’est occupé seulement (1) de son travail (2) Sólo(1) se ocupaba de sus asuntos(2)
La nature(1) fait(2) des choses!(3) ¡La naturaleza (1) es (2) sabia!(3)
J’ai constamment 1) tendu les mains(2) à des gens(3) Siempre(1) le he tendido la mano(2) a la gente(3)

 

 

Bibliografía

- BIGOUNDOU, R. «Los títulos en el contexto universitario hispano-gabonés antes del proceso de Bolonia: Análisis terminológico y traducción» [en Línea]; USAL Digital. Tesis. 21 abril 2011

 http://www.gredos.usal.es/jspui/handle/10366/22655; [Consulta: 21 abril 2011].

- COLLET, T. (2007). «Une approche lexicographique ou terminologique pour la description de la  variabilité du terme?». Banque des mots, Revue de terminologie française publié par le Conseil international de la langue française, nº74, pp.27-41.

- DINH HONG, V. (2010). « La théorie du sens et la traduction des facteurs culturels » Synergies Pays riverains du Mékong, n° 1, pp. 141 – 171.  

- DIVASSA NYAMA, J. (2008). La Vocation de Dignité. Bertoua: Editions Ndzé.

- GARCÍA YEBRA, V. (1982). Teoría y práctica de la traducción. Madrid: Gredos.   

- HURTADO ALBIR, A. (2007). Traducción y Traductología: Introducción a la Traductología. Madrid: Cátedra.

- LEDERER, M. (1984). Interpréter pour traduire, (en collaboration avec D. Seleskovitch). Paris: Didier Erudition, (3ème édition - revue et corrigée, 1993).

- . (1997): «La théorie interprétative de la traduction: un résumé» Revue des Lettres et de traduction, n° 3, pp. 11 – 20.

- MONTSERRAT CUNILLERA, D. (2010). «Les métaphores dans le discours politique: tendances de traduction à l’espagnol» Synergies Espagne, n° 3,  pp. 107-117.

- MOUNIN, G. (1963). Les problèmes théoriques de la traduction. Editions Gallimard.  


[1] Nuestro análisis consiste en poner en evidencia la naturaleza del término así como su empleo singular o plural.

[2] En lingüística, “el estilo retórico que consiste en considerar el más por el menos, la materia por el objeto, la especie por el género, la parte por el todo, el singular por el plural o al contrario” (…) ha sido estudiado como uno de los medios de expresión del discurso poético y literario; pero según los autores de la Teoría interpretativa de la traducción, es válido “para cualquier tipo de discurso en general”» (Traducción nuestra).

[3] Hemos notado que la mayoría de los alumnos matriculados en traducción sólo tienen un pensamiento cuando se hallan ante un texto para traducir: lanzarse en una búsqueda excesiva de equivalentes con el objeto de finalizar con rapidez el ejercicio que les han encomendado. Tal actitud sólo conduce hacia un resultado que es, de antemano, conocido y seguro: un texto mal traducido, dado que no explotan ninguna metodología.     

[4] Nuestro enfoque se inscribe en una dimensión puramente discursiva, apoyada en una práctica traductora resultante del ejercicio de traducción del texto de Divassa Nyama. Sin embargo, otras vías, como por ejemplo, los enfoques que abordan Cantera Ortiz o Nieves Pozas ortega, etc. podían haber sido exploradas. Pero, tal y como indicamos en la parte introductora, utilizamos una metodología basada en un estudio traductológico del componente textual, y que integra los principios fundamentales de la Teoría Interpretativa de la traducción, de Seleskovitch y Lederer (1984). Los criterios de selección del corpus obedecen a la realidad traductora que estamos experimentando con la traducción de “La vocation de Dignité”, de Jean Divassa Nyama (2008).

[5] En la Antigüedad, todos los investigadores coinciden en la idea de que Cicerón fue el primero, en Occidente, en rechazar la idea de una traducción « verbum pro verbo ». En suma se trata del debate entre la traducción literal y la traducción libre.  

[6] Hoy día, la traducción es una actividad que tiene en cuenta varios factores tal y como los aspectos lingüísticos, extralingüísticos, pragmáticos, socioculturales y espacio temporales. 

[7]«La elección de cualquier unidad lingüística refleja un determinado punto de vista, una determinada forma de ver el mundo» (Traducción nuestra).

[8] «Los elementos de la realidad del lenguaje en un determinado idioma nunca pueden expresarse exactamente de la misma forma en otro idioma, y tampoco son una copia directa de la realidad. Son, más bien, la ejecución lingüística y conceptual de una visión de la realidad que procede de una matriz estructural única pero definida, que constantemente compara y opone, une y distingue los datos de la realidad».(Traducción nuestra).

[9]«(…), resulta importante notar que cuando uno se expresa en una lengua, lo esencial es utilizar los recursos de los que dispone la lengua, en vez de imponerle formas que le son poco naturales o completamente desconocidas»(Traducción nuestra).

[10] Resulta de mayor importancia añadir esta nota explicativa para superar la ambigüedad que se produce en la traducción de los tiempos del pasado francés en español. En efecto, le passé composé es el tiempo más próximo al presente igual que lo es también el pretérito perfecto. Pero, a veces, su traducción al español depende del contexto, de modo que, en vez de tener como equivalente el pretérito perfecto, puede llegar a traducirse con un pretérito indefinido, cuando la idea transmitida incluye un pasado lejano en el tiempo.

[11] Nos apoyamos en el paralelismo que establece Jean Divassa Nyama en  «La Vocation de Dignité», pág. 40. En efecto, el autor pone de relieve la naturaleza y el Todopoderoso Dios, al escribir: «… il a créé les hommes, le ciel, la terre et toute chose qui subsiste », y más lejos «La nature fait des choses».

[12] En su obra titulada « Le langage et la construction du monde des objets » Cassirer indica que el mundo no está únicamente entendido y pensado por el hombre a través del lenguaje y que su visión del mundo y la forma que tiene, incluso, de vivir en esta visión, por lo visto, ya están determinadas por el lenguaje.